La contaminación ambiental es un gran problema al que el mundo está enfrentado, y la arquitectura no está ajena a ello. El diseño tiene mucho que decir, oponiendo a esto una casa que no sea contaminante.La cantidad de materiales que se consumen por cada metro cuadrado de vivienda se calcula en más de 3 toneladas, por lo que al diseñar la vivienda hay que ser minucioso a la hora de elegir los materiales a emplear para no ser agresivos con el ambiente. El impacto ambiental que pueda generar la vivienda en la que estamos diseñando puede ser enorme si no se controla al milímetro. Para el impacto ambiental es importante tener en cuenta el gasto energético necesario para la extracción del material, así como lo necesario para transportarlo. Cuando se realiza el diseño de la vivienda es imprescindible tener en cuenta las condiciones ambientales y geográficas de la zona en la que la casa va a estar enclavada. Con pequeñas mejoras en cuanto a los aislamientos de la vivienda podemos conseguir un ahorro de hasta un 35% en climatización. En las carpinterías es imprescindible colocar un doble acristalamiento con cámara de aire para conseguir evitar las pérdidas del calor interior en invierno y en verano impedir que el calor exterior penetre al interior de la vivienda.En una vivienda, los gastos de calefacción y refrigeración provocan la mitad del gasto total anual en cuanto al consumo energético, por lo que un ahorro en esto significa una gran reducción del presupuesto anual. Con sentido común se pueden conseguir grandes ahorros, por ejemplo cerrando cortinas cuando el sol pega directamente en los meses de verano o colocando toldos que eviten la llegada directa del sol. Todos estos elementos, con lo sencillo que se ven, son cuestiones a tener en cuenta a la hora de realizar el diseño de la vivienda.
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